El blanco nunca falla: es elegancia, es simpleza, es belleza. Además, nunca pasa de moda. Un hogar por completo blanco es una tendencia imperecedera. Y el blanco tiene la particularidad de combinar con todo y ser increíblemente versátil. Pero claro: las paredes blancas a veces son aburridas y necesitan mucha onda para darles un toque único.
En este ejemplo que vamos a ver hoy se puede notar cómo la renovación de una casa puede usar los colores con un resultado increíble, que dejan estupefacto a cualquiera. ¡Adelante!
En esta foto podemos ver cómo era el departamento cuando no tenía nada de nada, sólo paredes blancas. En primer plano está el living y más atrás la cocina, dos ambientes que se ven luminosos y con mucho espacio, pero también fríos y distantes, desapasionados y aburridos. Los nuevos dueños pidieron que renovaran completamente estos ambientes para volverlos coloridos y divertidos, además de originales.
Sí, es el mismo departamento. Pero después de la renovación. Notemos cómo la sensación de distancia y frialdad desapareció por completa para dotar a los ambientes de color y belleza. La cocina y el living fueron pintados con colores alegres, que le dan un toque de frescura al hogar, todo matizado con muebles de madera con diseño sofisticado.
Desde el otro lado del living, podemos ver el comedor lleno de luz, casi una invitación a disfrutar la comodidad y el calor del hogar. Prestemos especial atención en la combinación de los tonos, todos un tanto apagados o neutros, que resaltan los colores alegres y saturados del ambiente.
Emmm, a esa cocina le falta algo. Mejor dicho: le falta todo. Está vacía, sin vida, con el color blanco despersonalizando el ambiente, que en general debe trasmitir una sensación de hogar y cobijo. Esto sin hablar de los muebles, mal instalados y bastante simplones. En la próxima foto veremos cómo quedó.
Parece y es otra cocina, aunque en el mismo sitio. Porque la cocina experimentó una transformación tan grande que está irreconocible. ¿No es maravilloso? Los colores aportan frescura y los muebles son espectaculares, cómodos y modernos. El blanco sigue presente, pero podemos apreciar cómo cambia cuando se combina con sensibilidad y sutileza.
Todos sabemos que los baños son claves. Si el baño no tiene personalidad, la casa pierde muchos puntos. En este caso, la verdad que está vacío y apagado con esos colores negros y blancos. Es un baño discreto pero aburrido. El problema es que no tiene nada que ver con el resto de la renovación.
Otra cosa, ¿no? Ahora están presentes los colores vivos y cálidos, con ese tono ciruela y ese toque rústicos en las paredes con el toque que da la pizarra. El contraste es, de nuevo, maravilloso. Una casa nueva es otra casa, y al mismo tiempo es igual. Ahí radica precisamente la magia de las renovaciones.