Decoración zen: sabiduría milenaria en nuestros espacios

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
Casa HK, Ciudad y Arquitectura Ciudad y Arquitectura Paredes e pisos minimalistas
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En la medida en la que nuestro ritmo de vida se vuelva más frenético y vertiginoso, los occidentales volvemos la mirada hacia Oriente en búsqueda de algún antídoto contra esta existencia de vértigo. La respuesta para encontrar esa paz y equilibrio que necesitamos desesperadamente en este mundo híperconectado, bien puede ser la de la sabiduría zen, que además contempla un aspecto importantísimo de nuestro día a día, como lo es el diseño y decoración de los espacios en los que transcurren nuestras vidas. 

Los decoradores y diseñadores de interiores, siempre a la vanguardia, se han dado cuenta de este giro y se han zambullido con entusiasmo en esta tendencia que predica la meditación como práctica diaria, desprendernos de objetos y elementos superfluos y que entiende una práctica espiritual como una forma completísima de vida. Ser zen implica más que conocer y creer en sus enseñanzas. Es un cambio integral de hábitos que se respira en cada aspecto de nosotros mismos y el entorno que nos rodea. Es la respuesta a la pregunta no formulada, que muchos de nosotros ni siquiera nos atrevemos a vocalizar: ¿cuál es el sentido de todo esto?

Nuestra casa y nuestros ambientes son nada más y nada menos que una extensión de nosotros mismos. No podemos considerarlos escenario, escenografía y decorado, ya que van mucho más allá de eso. Nuestra casa es nuestro reflejo. Nuestro cuarto nuestro refugio, nuestro jardín nuestra alegría. Es ahí donde entendemos la importancia de darle esa vuelco tan integral a todo lo que se relacione con nosotros mismos y nuestro entorno y abrazamos formas de vida más esenciales, reales, sencillas y nobles. 

Culturas milenarias con enseñanzas atemporales que aún hoy continúan vigentes vienen en auxilio de Occidente. Es así como nos encontraremos con absolutos fanáticos del feng shui, por ejemplo, que juran que son felices desde que siguen sus enseñanzas a rajatabla en casa. El zen es una filosofía sumamente completa, ya que se formó con influencias asiáticas muy variadas. Si bien la filosofía zen como la conocemos proviene del Japón, sus orígenes se remontan a la China de la Dinastía Tang, donde se conocía como Budismo Zen. Posteriormente recibió influencias del Taoísmo y del Hinduismo. Es en Japón donde finalmente termina de arraigarse y perdura inmutable hasta nuestros días. 

Al aplicar los principios de la filosofía zen a la decoración, vale la pena aclarar que no hay necesidad de convertir nuestros espacios en la mala copia de un templo budista. Si un par de figuras de Buda nos traen buenos recuerdos o estamos encantados con el bonsai que compramos en el jardín japonés, por supuesto bienvenidos sean, pero no es necesario calcar el estilo asiático para que nuestra casa reúna las condiciones para considerarse un recinto zen. 

Filosofía de la decoración zen

Para entender el estilo zen, hay que trasladar sus enseñanzas de vida a la decoración. Lo más importante es observar la respiración y observar la mente alcanzando la espiritualidad mediante la meditación. El ser zen no permite la acumulación de objetos materiales que no tengan un propósito definido y que no sirvan para el beneficio de otros. Siendo la serenidad un aspecto vital, los colores sobrios y orgánicos como blancos, beiges, cremas, grises y tonos tierra son una constante en la decoración zen. Los famosos jardines zen, de arena o piedra con pequeños árboles son importantes, ya que se consideran espacios idóneos para la meditación y la comunión con la naturaleza es vital en esta filosofía. Los colores fuertes se manifiestan en pequeños toques, jamás en demasía ya que distraen la mente. 

Estilo zen

Varias palabras describen el estilo zen: armonía, naturaleza, luminosidad, simplicidad, son sólo algunos. Espacios ventilados, bañados en amable luz natural, en colores claros y neutros, desprovistos de elementos superfluos y con materiales orgánicos es la base de todo espacio que se precie de reflejar el modo de ser zen. Plantas, flores en rama, o arbustos, madera clara, piedra natural, muebles bajos de líneas sencillas, fuentes u otros cuerpos de agua como estanques resultan muy atractivos y contribuyen a recrear esa sensación de serenidad. 

Características de la decoración zen

homify Cozinhas minimalistas

La decoración zen se vale de líneas puras, no necesariamente modernas, pero sí muy simples y sin adornos. La paleta se compone del color blanco o en su defecto, los tonalidades claras u orgánicas mezclados con el verde de las plantas. Los jardines interiores son característicos, así como elementos decorativos muy simples, fabricados con materiales como madera, fibras naturales o cerámica. La meta es crear una impronta muy serena, que nos ayude a vaciar la mente y a dejar de lado lo material, para concentrarnos en lo espiritual. 

Decoración zen en casa

¿Cómo podemos trasladar el modo de ser zen a nuestra propia casa? Diseños muy simples, revestimientos en materiales orgánicos como adobe, cemento, madera o piedras naturales son un buen comienzo. Los muebles bajos, la madera clara y una iluminación artificial muy sugerente, que transmita calma, son formas fáciles de aplicar la decoración zen en casa. Reiteramos porque es importante, se puede aplicar la decoración zen en casa, sin necesidad de darle un aire demasiado asiático u oriental. 

Deco zen en el dormitorio

Si fuéramos a elegir un sólo ambiente en casa en el que la decoración zen haría una enorme diferencia en nuestro bienestar, éste sería definitivamente el dormitorio. ¿Qué mejor lugar para vaciar la mente, conectarnos con nuestra espiritualidad y abrazar una sensación de serenidad y calma? Un dormitorio inmaculadamente blanco, con una cama baja, sin adornos, con pisos de madera clara que aporten calidez y elementos naturales para decorar harán de nuestro dormitorio un espacio zen. Si además pudiéramos habilitar un pequeño rincón del dormitorio para incluir una alfombrilla de fibras naturales y convertirlo en nuestro lugar de meditación, aún mejor. 

Deco zen en el living

Para tener un living zen, es importante empezar por los muebles, cuanto más cerca del piso mejor. La luz y la calidez contribuirán a crear una atmósfera mística. Acceso al aire libre y a la naturaleza son un extra que se agradece. En este caso concreto, las escaleras están diseñadas de tal forma que parece que flotaran, contribuyendo en mucho con esa sensación etérea que el estilo zen transmite con facilidad. No es éste el lugar para objetos de factura demasiado industrial. En reglas generales, cuanto más simple sea la decoración, mejor. 

Deco zen en el recibidor

En las filosofías orientales se le otorga una enorme importancia a la puerta de entrada y al recibidor, ya que se supone que la casa debe invitar a la felicidad y a la prosperidad. Pisos de piedra natural son siempre preferibles a porcelanatos o cerámicos industriales. Madera clara, mucho blanco, espacios despejados que no obstaculicen el flujo de energía y discretos toques de color que se manifiesten en objetos artísticos funcionan de maravilla para alcanzar una estética zen. 

Deco zen en el pasillo

Los espacios de transición como descansos, recibidores y pasillos deben estar completamente despejados, para reflejar la filosofía zen en la decoración. El orden y muchos espacios completamente vacíos se condicen con la contemplación y la meditación. Si un pasillo nos atrae y nos transmite calma, seguramente estaremos en la ruta correcta para una deco zen. 

Deco zen en la cocina

homify Cozinhas rústicas

La cocina, especialmente en casas familiares, termina convirtiéndose en el corazón indiscutido de la casa. Para una deco zen en la cocina, vale la pena elegir madera clara para los muebles y también el piso. Ventilación natural, luz del sol, paredes blancas y electrodomésticos discretos que no llamen demasiado la atención ayudarán a crear un conjunto sereno y cálido. 

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