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Esta vivienda sin igual se encuentra en la ciudad española de Asturias, luciendo su espectacular techo verde, enterrada en las lomas de la propiedad. Es prácticamente una casa estudio y de arte ideal ideal para despertar la creatividad de sus propietarios.
Algo que no podemos dejar pasar es su estilo deconstructivista que nos conmueve en cada trazo, las líneas y composiciones perfectamente cuidadas, muestra el deseo de sobresalir en el diseño convencional, realizando todo ornamento clásico y lo irreverente de su concepto, viene a ser la esencia pura de este movimiento postmoderno. La firma española Miba Architects son los propietarios intelectuales de este proyecto que detallaremos en breve, acompáñenos.
La losa de techo de la casa se integra perfectamente a la topografía del lugar donde se posa, los desniveles del terreno fueron aprovechados para hacerse uno con los espacios verdes. Técnicamente el techo se encuentra inclinado para dar continuidad con el paisaje, haciendo que la terraza sea fácilmente visitable.
Las ventajas que representan las cubiertas verdes son varias, puede ser un medio de cultivo de especies que necesiten poca profundidad, hasta bajar las temperaturas del edificio de una manera impresionante, con esto se ahorra un gran consumo de energia y cumples con brindar apoyo al medio ambiente.
Esta corriente toma auge a finales de la década de los 80s, proviene del famoso constructivismo ruso iniciado en los años 20. Se caracteriza por la fragmentación, el proceso no lineal del diseño y de apariencia puramente geométrica como apreciamos en esta vista. Lo más común es emplear la distorsión de los volúmenes, siempre controlando la estética y que las proporciones sean coherentes.
En su interior podemos notar los espacios a doble altura que todo artista necesita para generar sus obras de arte, como altas esculturas, pinturas de grandes tamaños, entre otras. El espacio está lleno de luz, esto es sumamente ventajoso a la hora de crear… el sueño de todo artista.
De noche, cuando comienza a oscurecer y las sombra se apodera del exterior, se encienden las luces interiores, comienza la verdadera magia, es como una lámpara en medio de la oscuridad. Los ventanales inclinados cobran vida, imponiendo la asimetría sobre todo en el tragaluz que vemos a la izquierda de la casa.
Los espacios son mayormente blancos y de habitaciones brillantes, hace que las piezas de arte puedan apreciarse sin ser opacadas por excesos decorativos. Los ambientes se encuentran debidamente separados pero sin desconectarse visualmente por medio de amplias ventanas. El techo está hecho de láminas de acero corrugado pintado de blanco para lograr mayor sensación de altura y libertad y las ventanas exteriores nos conecta de inmediato con el medio natural del entorno.
En la cocina se hace presente la textura corrugada del techo, el cemento que cubre el piso del estudio, es reemplazado por un acabado pulido de color tenue. Las lámparas metálicas bajas aportan un ambiente cálido, la despensa está a la vista y es de fácil acceso a la hora de las labores, sencilla y practica.
Desde este ángulo de la casa, puede apreciarse que la casa presenta líneas muy claras y el diseño se aleja de la desconstrucción. Da la sensación de irse enterando poco a poco en la colina, para refugiarse del frío que adentra la noche. Los detalles en madera combinados con la pintura blanca que cubre esta hermosa morada, logra el aire distintivo y elegante que toda vivienda necesita.
