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Sin duda si hay algo que tiene que tener nuestra casa, a la hora de considerar el diseño y la arquitectura de la misma, es un sentido de comodidad absoluta. ¿Se han visto viviendo en una casa incómoda? ¡Claro que hablo de comodidad para todos! Una casa tiene que tener todo aquello que necesitamos como mínimo para vivir, y si tiene estilo, un toque simple entonces ¡es la casa perfecta!
Y eso lo entendieron muy bien los diseñadores de este proyecto, porque es tan simple, tan veraniego, tan adecuado su diseño que casi es perfecta para todos. ¿No me cree? Pasemos a verla y a deleitarnos con su espectacular estilo.
Esa capacidad de atraparte y de generar un suspiro es producto del estilo. Esta casa, fotografiada estupendamente por Pedro Queiroga en Algarve, es un proyecto pensado desde colorida época veraniega. Nos trae al recuerdo esa sensación mediterránea de arena, de sol y olor a mar. Parte de eso por el acabado de los muros, su tono particularmente, y la forma orgánica de sus pilares.
Claro que todo cambia radicalmente en su interior. No tiene un estilo definido, al menos en la totalidad, pero no quiere decir que no sea para nada atractivo. Es un proyecto pensado desde la simpleza del blanco, como muchos de los proyectos diversos, y que a nivel de mobiliario expone una variedad de estilo. Este recurso es bien utilizado en la actualidad para unificar recintos que carecen de un estilo en particular.
Sin embargo gran parte de su inspiración es a partir de un conjunto de muebles eclécticos traídos desde lo tradicional. Sofás de los 90s, mesas y sillas modernas y algo industrial le dan un toque variado interesante.
Ya en una parte mucho más interior, la cocina evoca un aire modernizado interesante que nace a partir de esta textura suave de madera. Es un tono realmente sutil que aporta una calidez muy superficial en una cocina que parece totalmente atrapada por la luz. Lo moderno va en la línea perfecta de los muebles, en los aparatos funcionales en aluminio y en la simplificación del decorado.
Ya en la parte más íntima es inevitable enamorarse de estos espacios. ¿Parece una habitación de hotel no? Eso es por su tratamiento del color, en tonos blancos, cremas y casi la ausencia total de colores fuerte. Eso le da una sobriedad y elegancia única para nuestro recinto. Parte de eso gracias a la textura de las telas que se utilizaron para la cama y el cortinaje.
Todo para acentuar lo que realmente es importante: ’la vida del exterior’, el pasto, el bosque que bordea la misma casa son los elementos decorativos del interior. Es ese contraste entre lo monótono de los colores en el interior, esa sobriedad, junto con el caos de color y forma que sale en la misma naturaleza.
¿Pero cómo lograron ese estilo mediterráneo La clave está en hacer que la casa participe constantemente de el contexto natural en el que se localiza. Una vivienda jamás debe desmentir una realidad que la bordea, en este caso, la vida exterior, el sistema de vacaciones, es tan parte de el contexto y el lugar donde se localiza que sin duda esta casa tenía que haber sido pensada desde esos elementos.
Parte lo vemos en ese bosque costero, en ese clima cálido que no podíamos desmentir, si no todo lo contrario, hacer que la vida en exterior sea lo que realmente resalte de este proyecto. Eso lo vuelve una casa de verano que ya quisiéramos para todo el año.
Si de proyectos para vacacionar se trata, tienes que ver esta Linda casita para una familia que disfruta del sol
