6 Trucos para limpiar tu casa en menos de media hora

Rocío E Rocío E
Dorrego, Matealbino arquitectura Matealbino arquitectura Quartos modernos
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Está bien si no te gusta limpiar, nadie nace con un plumero bajo el brazo. No tiene nada de malo dejar que el polvo forme delgadas capas sobre tus muebles, que el piso tenga machas de quién sabe cuándo o que el tuco tan rico que cocinó Ricardo siga adherido como una calco en los azulejos de la cocina. No, no hay ningún problema con todo eso. Sin embargo, cada tanto querés o necesitás que tu casa esté limpia, que todo reluzca.

De repente viene gente a visitarte, de repente te nace de querer cambiar el aspecto, de repente lo que sea. En este libro de ideas no juzgamos, simplemente aconsejamos sobre cómo limpiar la casa de manera rápida, fácil y eficiente. Y al decir la casa decirmos el baño, decimos la cocina, el comedor, la pieza y el living, o sea, la casa en su totalidad. Te dejamos, pues, disfrutar de estos consejos que -vas a ver- te sacarán del apuro y te brindarán muchas, muchas, satisfacciones. ¡Adelante!

1. Elaborá estrategia

Galpón Lola, Pop Arq Pop Arq Salas de estar industriais Vidro

Antes de empezar a limpiar a tontas y a locas, lo mejor será que evalúes fehacientemente qué cosas están de más, fuera de lugar, sucias. Muchas veces hay ropa en las sillas, libros en la mesa, juguetes en el piso, botellas, tazas, zapatillas, almohadones, en fin, esas cosas queridas que usamos a diario y que quedan a la espera de nuestro uso. Una vez que visualices qué cosas están desordenadas, ordenalas. Ordená toda la casa antes de empezar a limpiar.

Arriba, el divino loft Galpón Lola de Pop Arq.

2. Sacar para después poner

Inspired by Brukman Chechik, LIVE IN LIVE IN Salas de estar modernas

Este es el paso más engorroso de la limpieza, pero es indispensable y vale realmente esa pena. Consiste en despejar todas las áreas a limpiar. Sacar las sillas del piso y ponerlas sobre la mesa, sacar los libros de los estantes y los adornos que los acompañan. Si tenés canastas con objetos decorativos, revisá que no haya infiltrados elementos que ya no sirvan. Tirá al a basura todo lo que esté haciendo bulto. El lema es si no te hace feliz, al tacho.

Arriba, un living impecable de los expertos de Live In.

3. Barrer, aspirar, lustrar

Pasá un trapo húmedo por los muebles a fin de quitarles el polvo. Sabrás que existen paños húmedos a tal fin en el mercado. Si no los tenés, podés usar cualquier producto de limpieza para muebles. El tratamiento del piso varía según el tiempo de que dispongas. Si estás inspirada o inspirado, barré y trapeá toda la superficie. Si el tiempo es breve, porque tenés visita o tenés que irte a un concierto de rock o a dormir la siesta, entonces barré y después pasá el trapo sólo donde veas manchas. En cuanto a las alfombras, el mismo consejo. Aspirá aunque sea una vez si podés, si no, ni aspires, levantá con la mano las migas de pan más grandes y chau.

El dormitorio de Matealbino que vemos arriba es un sueño de confort y pulcritud.

4. Azulejos

La cocina se va ensuciando de a poco, capa sobre capa, y cuando queremos darnos cuenta tenemos una costra de grasa en los azulejos que necesita veinte productos desengrasantes distintos y un estado físico de medalla de oro. Por eso es ideal que una vez al mes, como mucho, pases un trapo con detergente por los azulejos más sufridos de la cocina. También el piso necesita un aseo periódico. De todos modos, ahora lo que hace falta es ser prácticos: sacá las manchas que más te molestan y pasá el trapo en el piso, allí donde la mugre es más alevosa.

Y si querés que te quede la cocina como la de T + T Arquitectos, bueno, ¡ponele mucha onda!

5. Vidrios y otros detalles básicos

Atención porque si querés que tu casa esté impecable posta, tenés que mirar en profundidad a tu alrededor. ¿Qué onda los vidrios del comedor? ¿Tienen las huellas de toda la familia, incluyendo perros y gatos? Ha visto, entonces, a limpiar los vidrios, primero con un trapo húmedo, después con algún producto específico para vidrios. Otra cosa, sacá las telas de araña, esas que a veces son tu única compañía en el mundo. Bueno, pues, deciles adiós y quitalas, pobrecitas. Vas a ver qué cambio rotundo.

6. El baño

Limpiar el baño es lo peor. ¿A quién puede gustarle? Siempre con la presencia de bacterias, virus y gérmenes en ese sarro que se forma en la pileta, la bacha, entre la grifería; con ese moho que afea los azulejos, esa suciedad que se apropia de los bordes del inodoro. En fin, qué se le va a hacer. Ponete guantes y pasá un trapo con desinfectante por los sanitarios; otro trapo diferente por la pileta y otro nuevo para el botiquín y otro más para espejo y azulejos. Así no corrés el riesgo de trasladar bacterias por todo el ambiente. Baldeá con lavandina y salí rápido antes que tanto amoníaco te descomponga. Listo, ya está, tenés tu casa limpia. Ahora, ¡a vivir!

¿Tenés algún truco de limpieza para compartirnos?

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