11 consejos para limpiar una casa grande ¡y facilitarte la vida!

Joelia Dávila Joelia Dávila
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Todos deseamos tener una casa enorme, con muchas habitaciones y cada una con su propio baño, una cocina gigantesca y un comedor en el que podamos invitar a todos nuestros seres queridos. Pero, si la tuviéramos, ¿cómo haríamos para limpiarla?

Claro que lo ideal es contar con ayuda doméstica, pero no siempre es posible.

Si acaso tienes planeado vivir en una casa muy grande o ya vives en ella y no logras terminar de limpiar un lugar cuando ya está sucio el otro, por las mascotas, los chiquillos o sólo porque se introduce el polvo, aquí te daremos algunos consejos que pueden ser muy útiles para mantener limpia una casa grande, y una casa, del tamaño que sea.

Seguramente al leerlas pensarás ¡claro! ¿cómo no lo pensé antes?, o tal vez algunas cosas ya las estés aplicando. Pero revisa las demás y toma nota, ¡que todo esto te será muy útil!


1. Divide las grandes tareas en pequeñas

Es muy abrumador pensar en que toda esa casa debe limpiarse un sábado, o un día a la semana, ¡o todos los días! Por ello, no hay nada mejor que dividir las grandes tareas en pequeñas, y organizarlas a lo largo de la semana y del mes.

Por ejemplo: si tu jardín es muy grande, no tiene caso rastrillar todo el césped el mismo día de la poda. Ahora que es temporada de poda, puedes asignar un par de días para la poda de tus plantas y otros dos o tres para recoger los residuos y rastrillar el césped, y uno más para limpiar los muebles del exterior.

Lo mismo para las actividades del interior.


2. Organiza un día a la semana para limpiar el frente

El frente de nuestra casa es la imagen que ofrecemos a quienes pasan y a quienes nos visitan, y merece un especial cuidado en la limpieza, pero a menos que tengas convivios todos los días, no tiene por qué ensuciarse mucho.

Lo recomendable es que le dediques un día a la semana para barrer, recogiendo la basura que se haya acumulado de hojas o ramas de árboles, algún papel que haya volado hasta allí y la tierra arremolinada.

Pasa un trapo seco por los portones y el umbral peatonal, para que no luzca abandonado y empolvado. Con un día a la semana, se notará el mantenimiento constante.


3. Dedica un día al mes a la terraza pero mantenla limpia

La terraza puede ser el lugar que más utilices con tu familia. Lo importante es dejar limpio cada vez que se usa y limpiar a profundidad una vez al mes.

¿Qué significa esto? Que si utilizan la mesa para tomar un café por las noches o para comer el asado del fin de semana, al terminar todos colaboren para recoger los utensilios y trastes, pasen un trapo por las superficies y no dejen basura tirada. ¡Como si ahí no hubiera pasado nada!

Y una vez al mes, laven cojines, alfombras, lámparas y maceteros. No lucirán tan sucios porque el espacio se mantendrá ordenado.


4. Procura tener colores claros

Dicen que los colores claros son muy sucios pero es una falacia. Lo que pasa es que son los que más rápido nos muestran si algo se ha ensuciado.

Mantener colores claros y neutros puede ayudar a mantener un sitio limpio si observas bien cualquier cambio. Los colores arena, grises, aperlados, son ideales para ello.

Los colores intensos tienen la ventaja de no mostrarnos las manchas, pero al ocultarlas, poco a poco se van volviendo más opacos y oscuros de tal modo que, al tiempo, los espacios pueden lucir apagados y sin vida.


5. La limpieza de la cocina debe ser constante

Sí, constante para que no se acumule y se vuelva cansada.

Si se lavan los trastes y utensilios cada que se come, se recoge la encimera y se guardan los alimentos sobrantes, la cocina lucirá ordenada y limpia.

Y una vez a la semana se puede limpiar a profundidad la estufa, la campana extractora y las puertas de las alacenas y refrigerador.

Una vez al mes se puede limpiar el interior del refrigerador y de las alacenas, trayendo al frente lo que tenga más tiempo.

De esta forma, la cocina se mantendrá ordenada y saludable y no tendrás que hacer todo en un solo día.


6. Evita demasiados muebles y adornos

Tener muchas mesitas con figurillas de porcelana, tapetes, cortinas de diferentes telas, cuadros, repisas y más implica mayor suciedad y, por lo tanto, mayor limpieza.

Entre menos elementos tengas, más fácil será mantener limpio.

Esto no significa que no puedas tener accesorios y adornos en casa, pero elige bien cuáles quieres tener y en dónde los quieres colocar. Tal vez las figurillas chinas de la abuela vayan mejor en el descanso del segundo piso, donde no llega el polvo, y no frente a la entrada, donde al abrir la puerta entra el aire y las empolva a diario.


7. En el baño, limpia las mamparas en cada ducha

Parece cansado pero en realidad no lo es. Existen toallitas especiales, o bien, limpiadores de cristal que puedes usar al terminar la ducha, y esto ayudará a que el sarro del detergente y la humedad se acumule tan de prisa.

Aunque de todas formas es inevitable, puedes limpiar a profundidad dos veces al mes. Puedes utilizar vinagre y jugo de limón para ello.


8. Lavabo y sanitario: una vez por semana

El lavabo y el sanitario puedes limpiarlo una vez por semana, muy rápido. No dejes que se acumulen manchas en el sanitario ni que se peguen residuos de pasta o jabón en el lavabo, porque entonces tendrás que limpiar antes.

El secreto para no limpiar tan seguido de forma extenuante es mantener limpio en el uso cotidiano. cada que te laves las manos, pasa tu palma por las paredes del lavabo para retirar cualquier residuo, y si notas manchas en el sanitario, rocía el detergente adecuado. Muchas veces ni siquiera necesitas tallar si lo haces continuamente.

OJO: las toallas y los tapetes lávalos al menos una vez por semana, para evitar la acumulación de humedad.


9. Pisos y ventanas, una vez a la semana

Si no hay demasiado tráfico en casa, ni bebés que gateen en el suelo, puedes limpiar los pisos una vez a la semana, y lo mismo las ventanas de más uso. Puedes dejar las ventanas que casi no abres para una vez al mes.

En caso de que tengas niños en casa o bebés que estén aprendiendo a caminar, no hay más opciones que trapear al menos una vez al día, pero evita que lleven alimentos a otros sitios que no sean la mesa del comedor, para que no tiren residuos en otras partes.

Aquí, algunos tips para las ventanas inalcanzables.


10. Abre ventanas para ventilar

La limpieza no sólo se percibe con la vista, también con la nariz.

Los olores son importantes en casa, así que, mientras puedas, deja las ventanas abiertas para que se ventile y se renueve el aire al interior. Es saludable, además, para cambiar el aire que ya está viciado cuando hemos pasado varias horas adentro.


11. Haz la cama todos los días

Es un pequeño detalle que ayuda muchísimo.

Es muy importante ventilar las sábanas y el colchón, así que, cuando te levantes, deja destendida la cama e, incluso, si puedes, retira las colchas y sábanas, permitiendo que reciban la luz del sol y un poco de aire si puedes abrir las ventanas de la recámara.

Déjala así mientras te arreglas para salir o mientras haces otros pendientes. Un rato después o antes de irte, tiéndela, acomoda las almohadas, ordena los tapetes y la ropa que has usado.

Dejar ordenada tu recámara te dará la sensación de haber limpiado a la perfección, y una limpieza a profundidad del piso, ventanas y muebles podrás hacerla una vez a la semana o dos veces al mes.


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