Al momento de decorar o hacer una remodelación, todos los elementos se deben tener en cuenta y la arquitectura de interiores es tal vez el principal.
Piezas como puertas y ventanas, deben incluirse, es decir, su estilo también es un aspecto importante del diseño y la decoración.
A continuación, podrás ver algunos estilos que muestran cómo puedes resaltar la estética de tu casa con estas estructuras.
El estilo clásico en las puertas, se caracteriza por sus líneas precisas que aportan simetría al diseño.
Gracias a su sencillez, crean un estilo ligero que permite la inclusión de accesorios llamativos, por ejemplo, herrajes y capiteles. La madera natural de alta calidad, es el material ideal para una puerta clásica.
Al igual que en las puertas, las ventanas con esta inspiración son llamativas por sus detalles minuciosamente dispuestos.
La gran estética de una ventana clásica, viene de materiales de calidad superior y un diseño sólido. Sus contornos claros brindan nobleza y elegancia.
La modernidad en la arquitectura de interiores, demanda funcionalidad, por esta razón, una puerta moderna es práctica y debe satisfacer sin esfuerzo el uso de cada espacio en la casa.
Además, este estilo se destaca por la simplicidad acompañada de un gran atractivo visual. El vidrio es un gran aliado, en combinación con otros materiales, potencia el dinamismo.
Las ventanas modernas deben ir por la línea de lo práctico con estilo.
Aquí, se presenta en contornos definidos, colores claros y mucha amplitud. Junto a esto, la simetría es imprescindible, así, las ventanas se integran perfectamente al espacio. Los materiales más utilizados para los marcos son el PVC y el aluminio.
El minimalismo, es un estilo que antepone la arquitectura sobre cualquier otro aspecto del interiorismo.Es así que, las puertas minimalistas se destacan.
Por ejemplo, aquellas que integran espacios son perfectas, ya que no interrumpen el movimiento ni la visibilidad, la mejor manera de conseguirlo es con puertas corredizas de diseños simples.
Las ventanas sin marcos o con molduras discretas son cien por ciento minimalistas.
Como se habla de un estilo minimalista, las ventanas sin muchos diseños ni adornos, refuerzan el concepto. Por lo general son de gran tamaño, en espacios más amplios, llegan hasta la doble altura.
Una de las características principales de la arquitectura industrial, es no tener divisiones a lo largo del espacio, con una o dos excepciones.
Si se dividen ambientes, la mejor forma de hacerlo es con separaciones livianas y decorativas. Por ejemplo, con paneles de vidrio, así se aprovecha la luminosidad y se segmenta sin recargar, además, no le restan personalidad al concepto general.
La atmósfera fabril se mantendrá con ventanas amplias o ventanales. Además de formar parte de la arquitectura misma, permiten el ingreso de luz natural.
Si son ventanas antiguas, es buena idea reemplazarlas por unas modernas (sin olvidar el estilo industrial) que ayuden a ahorrar energía y que refuercen el aislamiento térmico.
Los materiales afines son el hierro y el aluminio, con su apariencia natural o con acabados desgastados, para el color, los grises oscuros o el negro mate son perfectos
Actualmente, cada vez más se integra el toque moderno al estilo rústico, tanto en la decoración como en la arquitectura.
El resultado, es una arquitectura de interiores completamente funcional que mantiene su esencia. Para las puertas, la idea es utilizar materiales como la madera sin tratar, pero que visualmente sea atractivo.
Como en las puertas, las ventanas de la arquitectura rústica emplean más que nada la madera natural en diversos tonos.
Para hacerlas más interesantes, se puede aprovechar la versatilidad de este material para crear un diseño visto, por ejemplo, con contraventanas o celosías, ellas aportan movimiento y resaltan la sensación de un hogar cálido y acogedor.